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Bromas religiosas


A menudo veo como se usan los temas religiosos para hacer chistes y bromas.

Incluso veo esa tendencia dentro de algunas iglesias.

Y yo pregunto ¿es necesario incluir personajes bíblicos y sagrados para componer alguna historieta graciosa?

¿No hay suficientes temas a nuestro alrededor para tener que acudir a lo religioso?


Por lo general las personas que son partidarias de ello, acostumbran a ser personas no religiosas y que ninguna inquietud o reverencia tienen hacia esos temas.

Bien, todos somos libres de hacer lo que queramos y la libertad forma parte de nuestra naturaleza.


Pero lo que no entiendo es como personas vinculadas al mundo cristiano o religioso participen en dichas bromas como si no pasase nada, como si a los que nos disgusta fuésemos carrozas, rígidos, sin sentido del humor y poco tolerantes.

Pienso que las cosas tienen siempre un lugar y una ocasión y uno puede ser muy bromista y muy abierto, pero cuando se trata de hablar y vivir la fe cristiana y la vida espiritual, deberíamos ser más respetuosos con estos temas.


¿Pensamos quizás que Dios no oye?

¿Crees que Dios no escucha esos chistes que comentas entre tus amigos y conocidos?

¿Crees que lo pasará por alto?

Yo soy de los que pienso que Dios también tiene sentido del humor, pues nos creó a su imagen y semejanza, pero eso no significa perder el respeto.

Dios es santo y muchas veces no sabemos o no valoramos donde está la frontera entre lo gracioso y lo irrespetuoso.


¿Se quedaría impasible un padre al que escucha de su hijo una serie de bromas relacionadas con él mismo?

Tengamos además presente que el ejemplo comparativo no es del todo acertado por la santidad que implica al mismo Dios y en referencia a un padre de familia.


Pienso que jugar con estos temas, es jugar con fuego en muchas ocasiones.

Uno de los primeros mandamientos que menciona el libro del Exodo es “no tomarás el nombre de Dios en vano” y eso incluye a las blasfemias que todos ya conocemos y a los chistes, en especial si en ellos aparecen cualquiera de las personas sagradas que forman lo que nos enseñaron como Trinidad.


A mi personalmente me duele cuando escucho bromas de este tipo y me afecta como si hablasen mal de mis propios padres.


Tengamos respeto y sepamos valorar lo sagrado separándolo de lo llamado mundano.

Hay tiempo para todo y momentos para todo.

No cuesta tanto respetar lo que más profundo llevamos en nuestro corazón aquellos que hemos creído en la fe de Jesús.

¿O no lo tenemos así considerado?


Guillermo Blanco 8-10-2011

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