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Porque soy cristiano

Soy cristiano primeramente porque nací en una familia cristiana, aunque esto no es una garantía.

Segundo porque cuando tuve uso de razón y tras observar otras creencias y sus diferencias, acepté la que recibí de mis padres.

Cierto es que influye mucho la forma de pensar y la línea de fe que recibes de pequeño, pero lo que también es cierto es que posees una facultad muy importante como ser humano que nadie te puede quitar: la libertad de escoger.


Muchas veces se plantea el escoger una religión o creencia como si se tratase de un club de futbol o un partido político.

La religión es la fachada de la creencia, lo más visible exteriormente y también lo más criticado, pero no siempre muestra la realidad que contiene.


La religión se lleva dentro, es una relación intima entre tú y Dios.

Todo lo demás es una apariencia más o menos correcta que te puede convencer o defraudar, porque todas las iglesias están formadas por seres humanos con sus defectos típicos.

La Biblia define a la religión de una forma muy sencilla: “visitar a la viuda y al huérfano en su aflicción y mantenerse sin mancha”.


La fe no es demostrable, .. la tomas o lo dejas.

La fe es una convicción de algo que no ves, pero que tienes por cierto y verdadero.

Creemos que nuestros padres son nuestros progenitores aunque no lo hayamos visto ni comprobado. Creemos en los planetas que componen nuestro sistema solar porque nos lo dicen los científicos, creemos en el átomo y sus partículas aunque no lo podamos ver o tocar, creo en America aunque nunca he viajado hasta allí y tantas cosas que creemos por fe.

Creo en un Dios único y creador al que muchas otras religiones lo asignan con otros nombres.


Cada religión tiene “su enviado” personalizado que caracteriza su base de fe.

Para nosotros este enviado es la puerta o camino que enlaza lo humano con lo divino. Es el enviado de Dios, al que nuestra creencia identifica como Jesucristo.

Mi vivencia personal y espiritual confirma la fe que he aceptado.

No vivo recluido en ningún monasterio, vivo como todo el mundo con una familia, un trabajo e intentando vivir lo mejor posible, pero los valores en mi vida difieren un poco de lo habitual teniendo como lo más importante la fe en Jesucristo.


Sé que cuando se habla de la Biblia fuera de las iglesias se genera un cierto antagonismo y repulsa, quizás por el mal que muchas tendencias “cristianas” han generado.

Un mal ejemplo que la iglesia oficial con poder y politizada ha ejercido sobre la sociedad durante siglos.


Pero la Biblia mal nos pese y a pesar de las manipulaciones religiosas que yo también condeno, es la palabra de Dios inspirada a los hombres.

Es en definitiva lo que Dios pretende decirnos.

La iglesia primitiva que fundó Jesucristo, no era ostentosa ni poderosa ni orgullosa, sino todo lo contrario.

Si Dios como creador de todo el universo nos envía a su Hijo Jesucristo naciendo en un pequeño establo y a través de una humilde familia, ¿porque nosotros y nuestras grandes iglesias visibles ha de ostentar tanto lujo?

Donde han de estar esas bellezas arquitectónicas? Fuera en los edificios o en nuestro interior?


Dios muestra su humildad como ejemplo a nosotros los hombres, pero nosotros no entendemos ni aprendemos.

El único afán del hombre es el poder, someter al contrario, ganar mucho dinero y trabajar lo menos posible.

Todo esto genera un sistema social en todo el mundo (el mundo avanzado naturalmente) y una rueda de consumo, consumismo y multinacionales que no hay quien lo pare.

Y cuando se para es el caos mundial.

Este caos por supuesto no lo tiene el tercer mundo, .. ¡ya viven en él hace muchos años!


Dios a través de sus profetas de la antigüedad nos envía un mensaje a los hombres contenido en una sola palabra: “arrepentíos”.

Este es el mensaje que ya predicaba Juan el Bautista en la época de Jesús hace dos mil años.

El hombre es malo por naturaleza y necesita de un cambio interno y una renovación.

No es necesario un gran estudio sociológico para convencernos de ello.


La vida es un periodo de tiempo relativamente corto en el cual aprendemos, convivimos, procreamos y dejamos huella. Pero la vida, tengas fe o no, tiene un final y ese final llega, a veces antes de lo que pensamos.

Creo que vale la pena pensar en ello considerando que el pensamiento materialista e incrédulo de muchos se acaba cuando llega ese fatídico día.

Fatídico para unos y con esperanza para otros, no como una forma de sugestión sino como creencia en un más allá, en el que nuestras obras, decisiones y comportamientos en la tierra tendrán un peso especifico en el otro lado.

Creo y estoy convencido en ese más allá por muchos motivos;

Religiosos (conociendo la resurrección de Jesucristo),

Historicos (creencias en el más allá por muchas culturas antiguas)

Cientificas (temas actuales de vivencias de vida después de la vida), Orientales (experiencias de religiones orientales donde han desarrollado más la parte espiritual que la material).


Jesucristo vino a la tierra a morir por todos los hombres, a pagar una deuda nuestra, a morir en un sacrificio para salvación de todos, a evitar un dramático destino en el final de la vida de esta humanidad.

Pero aunque esta salvación es gratuita, al Hijo de Dios le ha costado mucho.

Nuestra parte es únicamente la aceptación.

Pero esta aceptación debe comportar un arrepentimiento genuino.

Estos son los motivos por los que me siento cristiano.


2011 años que vivimos como periodo de cristianismo principalmente en nuestro mundo occidental, desde que Jesús nació en Belén.

Un sistema de vida interior y espiritual en el que finalizará con la segunda venida de Jesús.

Una segunda venida en la que creo y que vendrá irremediablemente como consecuencia de un caos apocalíptico que el mismo hombre está generando ya sobre la naturaleza, animales y personas, como nunca antes se había producido.



Guillermo Blanco 15-10-2009

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