Lo siento,
nunca me gustaron las cúpulas religiosas, grandes o pequeñas.
Y aunque
reconozco que son necesarias para dirigir, controlar y tener una cabeza visible
en cualquier organización compuesta por humanos, nunca me gustaron.
Me refiero a
los religiosos totalitarios de sistemas, del control económico que puedan
ejercer, y a la decisión del control de funcionamiento interno en las iglesias.
Cuando el
poder totalitario empieza a aparecer, las pequeñas “corrupciones” humanas, errores
o como quiera llamarse, también hacen y pueden hacer acto de presencia. Porque
somos humanos.
Siempre me
he considerado mas cerca de los peones, ciudadanos de a pie, con una conciencia
de fe, sencillos, sin arrogancias, desapercibidos.
Sabemos que
la iglesia catolica tiene una cabeza visible, muy popular a la que se le
denomina "papa".
En nuestro
mundo evangelico o protestante no existe tal cabeza aunque si a nivel regional
o incluso nacional en algunas ocasiones. Pero no suele haber excesiva tendencia
a ello.
Mas bien
suelen haber predicadores conocidos por su tarea evangelizadora.
Eso vi y
observé en mis años pasados.
Y aunque es
una tarea digna de admirar, tambien hay que valorar si la vida de estas
personas, coincide con sus palabras.
Estados Unidos
es un ejemplo de ello, dado que la religión mayoritaria es la evangélica protestante.
Los primeros
cristianos vivian de modo sencillo y humilde, compartiendo sus bienes.
Jesús no
eligió un cabecilla de aquel movimiento y planificaba una serie de reuniones
mensuales.
Su misión
fue organizar un grupo de doce para predicar y promulgar sus mandamientos y el
evangelio.
Eso fue
todo.
Y las
iglesias que iban apareciendo posteriormente eran locales de un numero de
miembros supongo que mas bien reducido.
Luego el
apostol Pablo, dio una serie de normas para la elección de los diaconos y
responsables de iglesias con una conducta intachable.
Actualmente
nuestros dirigentes a nivel de representantes regionales o estatales no suelen
elegirse por conductas intachables, humildad y sinceridad, sino que se eligen por su capacidad de oratoria, don de
gentes, estudios teologicos y capacidad de liderazgo.
Y repito que
no con ello digo que no sean aptos.
Pero como
humanos que somos, tendemos a valorar a nuestros dirigentes no por lo que son,
sino por sus capacidades.
Es un
reflejo de lo que ocurre también en la politica.
Elegimos
democraticamente a nuestros dirigente por sus capacidades y muchas veces nos
defraudan con temas de corrupción, en las que aparecen en las noticias.
Y no pocas
veces.
¿Quién pues
será el primero en el reino de los cielos?
¿El
dirigente de nuestra organización, el más capacitado, el que obtuvo más cargos
y más votos, el de mayor graduación en sus estudios?
No, …. será
un niño.
El mas
sencillo, el que pasa desapercebido, el que nadie se da cuenta de que está ahí.
Y vuelvo a
decir que no con eso desacredito a nuestros dirigentes y de que generalmente
se necesite un poco de organización, orden, control en los diversos
departamentos, una tesoreria y un seguimiento.
No se hasta
que punto son factibles iglesias de venticinco mil miembros, como las hay por
ejemplo en Corea, o en Estados Unidos, con varias sesiones de cultos religiosos
a diferentes horas del dia, con supercamaras de televisión y retransmisión, con
miles de miembros.
¿Hasta que
punto es necesario todo esto?
¿Qué
relación puede haber entre los miembros de esas super iglesias?
¿Se conocen entre ellos?
¿Pueden
conseguir mejores resultados que con iglesias pequeñas?
Los
resultados son claros.
Hacer llegar
el evangelio al resto del mundo.
Y si eso se
cumple, bienvenidas sean.
Guillermo Blanco 29-9-2012