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El poder de Dios


Se dice que el poder corrompe y es verdad.

Siempre criticamos a los poderosos y gobernantes corruptos de países subdesarrollados, como se enriquecen a costa del pueblo.

Cuantos casos hay asi y cuantas veces se han repetido a través de los siglos.

¿Seriamos mejores nosotros?


Pensamos que nosotros como buenas personas que somos, seríamos mejores, estaríamos más dedicados al pueblo y sus necesidades?

Tendríamos algo mas de humanidad y administraríamos mejor nuestro poder?

Yo no estoy tan seguro de que nuestra actitud fuese esta.

Desconocemos hasta que punto nuestra mente se transformaría con un nuevo poder recibido. Sea poder político, militar o económico.

No estemos tan seguros de que nuestro comportamiento fuese el mismo de ahora.


El poder corrompe y enloquece.

El poder es sinónimo de fuerza, capacidad y dominio.

No estamos capacitados como humanos para tener poder.

A través de los siglos los países han estado gobernados por personas y toda la historia del hombre ha sido un drama de guerras, injusticias, venganzas y enfrentamientos.

¿Cómo pensamos que nosotros seríamos mejores?


Es increíble la naturaleza de ser de Dios, tan diferente a la nuestra, en su base y en su profundidad.


Busquemos un ser creado al que Dios le haya dado mucho poder, más que a cualquier humano y veamos como reaccionó y cual fue su actitud final.

¿Sabes quien fue?

Pues precisamente fue Satanás, que en un principio se llamaba Lucero de la mañana.

Fue el ángel más bello, más inteligente y con más poder.

Pues fíjate como acabó y cual fue su destino.

Acabó convertido en el adversario y enemigo de Dios.

Y también enemigo nuestro con un único afán; destruir y malograr lo creado.

No hay ser creado que soporte con humildad una situación de gran poder.


Dios es un ejemplo, pero un ejemplo único.

Jesucristo con su misma naturaleza, muestra la misma actitud.

Un ser que lo ha creado todo, que lo sabe todo, que todo lo puede y nadie le puede vencer.

Que tiene todo el poder del universo para hacer lo que quiera y como quiera, ¿como se muestra?

Decidiendo nacer en un establo de animales de una forma sumamente humilde.

Viviendo de una forma sencilla y predicando el amor hacia nuestros amigos e incluso hacia nuestros enemigos.

¡Que diferente naturaleza de la nuestra!

Siendo insultado, abofeteado, torturado y muerto sin pronunciar palabra cuando llegó su momento final.

Decidiendo sacrificarse como humano para salvar a la humanidad. Una humanidad que no entiende y encima no lo agradece.


No estamos preparados para gobernar y debemos admitirlo que cuando recibimos poder nos trastocamos.

Debemos admitir que quien se merece todo el poder es nuestro salvador, Jesucristo.

Un Jesús que ha demostrado en su vida no flaquear, ni perder los estribos, ni equivocarse, ni engrandecerse.


Haya en vosotros esta manera de pensar que hubo también en Cristo Jesús:

Existiendo en forma de Dios, él no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse; sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres; y hallándose en condición de hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!

Por lo cual también Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que es sobre todo nombre; para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese para gloria de Dios Padre que Jesucristo es Señor.

Filipenses 2, 5-11


¿Quién midió las aguas en el hueco de su mano y calculó la extensión de los cielos con su palmo? ¿Quién contuvo en una medida el polvo de la tierra, y pesó los montes con báscula y las colinas en balanza?

¿Quién ha escudriñado al Espíritu de Jehovah, y quién ha sido su consejero y le ha enseñado?

He aquí que las naciones son como una gota de agua que cae de un balde, y son estimados como una capa de polvo sobre la balanza. El pesa las islas como si fuesen polvo menudo.

El Líbano no bastaría para el fuego, ni todos sus animales para un holocausto.

Todas las naciones son como nada delante de él; son consideradas por él como cosa vana, y como lo que no es.

¿A qué, pues, haréis semejante a Dios; o con qué imagen le compararéis?

Isaias 40, 12-18



¿Acaso no sabéis? ¿Acaso no habéis oído? ¿Acaso no se os ha dicho desde el principio? ¿Acaso no habéis comprendido la fundación del mundo?

El es el que está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos habitantes le son como langostas. El despliega los cielos como un velo y los extiende como una tienda para

habitar.

El convierte en nada a los poderosos, y a los gobernantes de la tierra hace como cosa vana.

Apenas plantados, apenas sembrados, apenas su tallo ha echado raíz en la tierra, él sopla sobre ellos; y se secan.

El torbellino los levanta como a la paja.

"¿A quién, pues, me haréis semejante, para que yo sea su igual?, dice el Santo.

Levantad en alto vuestros ojos y mirad quién ha creado estas cosas. El saca y cuenta al ejército de ellas; a todas llama por su nombre. Por la grandeza de su vigor y el poder de su fuerza, ninguna faltará."

¿Por qué, pues, dices, oh Jacob; y hablas tú, oh Israel: "Mi camino le es oculto a Jehovah, y mi causa pasa inadvertida a mi Dios"?

¿No lo has sabido? ¿No has oído que Jehovah es el Dios eterno que creó los confines de la tierra? No se cansa ni se fatiga, y su entendimiento es insondable.

Da fuerzas al cansado y le aumenta el poder al que no tiene vigor.

Aun los muchachos se fatigan y se cansan; los jóvenes tropiezan y caen.

Pero los que esperan en Jehovah renovarán sus fuerzas; levantarán las alas como águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán.

Isaias 40, 21-31


Él hizo la tierra con su poder; estableció el mundo con su sabiduría y extendió los cielos con su inteligencia.

Jeremias 10, 12


"He aquí que yo soy Jehovah, Dios de todo mortal.

¿Habrá alguna cosa difícil para mí?”

Jeremias 32,27




Guillermo 7-12-2011

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