Vistas de página en total

El catolicismo

Como protestante o evangélico que me identifico, quiero dar mi opinión sobre la iglesia católica.

En primer lugar, quiero dejar bien claro que no tengo nada en contra de los católicos con quien muchas veces y por diferentes motivos tenemos encuentros y durante muchos años hemos colaborado con tareas conjuntas en la población donde vivo.

Personas que como nosotros tienen su fe en Dios y en Jesucristo.

Como tampoco estoy de acuerdo con algunas tendencias evangélicas radicales que aseguran que los católicos no irán al cielo.

Todos los extremos son repudiables.

Mi reflexión no es sobre los católicos sino sobre la doctrina católica como institución y sobre el poder que ejerce mundialmente a nivel de pequeñas comunidades.


En otro sentido debo admitir la gran devoción que misioneros católicos, así como de otras confesiones han entregado sus vidas por el bien de otros en el tercer mundo, en países subdesarrollados donde están carentes de las necesidades más básicas y donde se les profesa el evangelio de salvación.

Con estas entidades de ayuda conocidas por muchos y sin ser de mi confesión religiosa, también colaboro económicamente, porque en ellos y en su trabajo también creo.


Si en algo estoy satisfecho en mi comunidad es que hasta la fecha no existe nadie que controle mi fe religiosa a ningún nivel, aunque si es cierto que existe un cierto tipo de economía conjunta para administrar nuestros diezmos y colectas y para el pago de pastores y gastos generales.

En nuestro pais no existe ayuda estatal que mantenga a nuestros pastores ni sostenga nuestros edificios.


La cabeza de nuestra fe es Jesucristo mismo y como dice la Palabra de Dios “cabeza de la iglesia”.

No tenemos representante humano en quien tener de confiar.

Hay pastores y predicadores conocidos y de renombre, pero no dirigentes totalitarios religiosos.

Dios no necesita representantes en la tierra y si esta tendencia católica se basa en el apóstol Pedro como inicio del papado, recordar que Pedro fue un apóstol como los demás, como podemos serlo cualquiera de nosotros.

¿No dice la Palabra de Dios “no llamareis padre a ninguno de vosotros"?


No llaméis a nadie vuestro Padre en la tierra, porque vuestro Padre que está en los cielos es uno solo.

Ni os llaméis Guía, porque vuestro Guía es uno solo, el Cristo.

Pero el que es mayor entre vosotros será vuestro siervo;

porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

Mateo 23,9-12


No entiendo por otra parte este Vaticano opulento cargado de riquezas y que se dice representante de Dios en la tierra.

¿Que tipo de representación es ésta que gestiona su propio banco y en una ciudad intocable a través de los siglos?

Un Vaticano al que he visitado en una ocasión y he contemplado en Roma su riqueza interior y la miseria que vive y contrasta en sus alrededores.

¿Qué oro disponía Jesucristo cuando nació en el pesebre de Belén?

Un vaticano que se atreve a intervenir en temas políticos con otras naciones como si ese fuese su mandato.

¿Acaso Jesús expulsó a los romanos invasores de su época?


Unas visitas a ciudades de nuestro mundo que programan recepciones costosísimas y un despliegue de seguridad a modo de super-presidentes de gobierno.

¿No entró Jesucristo en Jerusalén montado en un burro?

¿A que viene todo este derroche insultante?

¿Es ese su ejemplo delante del mundo?


¿Por qué en el libro bíblico católico del Exodo capitulo 20 que hace referencia a los diez mandamientos, han desaparecido todos los mandamientos que hacen alusión a tener y adorar imágenes?

Nuestra Biblia, similar a la católica, si aparecen estos mandamientos.

Si Dios castigó al pueblo de Israel en la antigüedad por su idolatría y por adorar a imágenes y en los diez mandamientos prohíbe tal acto, ¿por qué la iglesia católica mantiene tanta colección de ídolos e imágenes en sus grandes catedrales?


2 "Yo soy Jehovah tu Dios que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud:

3 "No tendrás otros dioses delante de mí.

4 "No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.

5 No te inclinarás ante ellas ni les rendirás culto, porque yo soy Jehovah tu Dios, un Dios celoso que castigo la maldad de los padres sobre los hijos, sobre la tercera y sobre la cuarta generación de los que me aborrecen.

Exodo 20


Las procesiones que se celebran especialmente en el sur de España y esa devoción por las imágenes que se pasean por los entornos de las ciudades con una fe ciega.

¿No es el mismo error que practicaban algunos pueblos del antiguo testamento?


Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre busca a tales que le adoren.

Dios es espíritu; y es necesario que los que le adoran, le adoren en espíritu y en verdad.

Juan 4, 23-24


¿Por qué esa veneración a la Virgen María, la cual también nosotros reconocemos y creemos, pero que es puesta en un pedestal más alto en muchas ocasiones que el propio Jesucristo?

La Virgen María que concibió por obra del Espíritu Santo, no fue más que un instrumento y una persona humana elegida por Dios para proceder a la venida de Jesucristo como hombre en la tierra.

María fue madre de Jesús en esa misión de redención, pero de ninguna manera madre de Dios, creador de todo el universo.

Dios crea a todos los hombres, pero no una humana crea a Dios.

Aunque Jesús y Dios son uno, la situación no es extrapolable.


¿Cuántos santos tiene la iglesia católica, a cuantas vírgenes venera y cuantas beatificaciones se han celebrado, cuando la Biblia dice que de santo no hay ni uno?

Y si Dios nos hace santos, no es por nuestros meritos sino por el sacrificio y rescate de su Hijo Jesucristo.


No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios.

Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

Romanos 3:10-12


¿Tenemos necesidad de confesar nuestros pecados a otro hombre?

El confesionario es una invención por el cual un hombre religioso escucha los pecados de otro hombre para transmitirlos a Dios.

¿No es suficiente confesar nuestros pecados directamente a Dios sin necesidad de un intermediario?


Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien se dió a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dió testimonio a su debido tiempo.

1ª Timoteo 2, 5


Que diferencia hay en el orar y el rezar?

Orar es hablar con Dios de la misma forma que lo harían dos personas o un hijo hacia un padre.

Rezar es usar vanas repeticiones secuencialmente como si Dios estuviese sordo y necesitase una y otra vez oir lo mismo.

¿No conoce Dios nuestros pensamientos más intimos?

¿Es Dios un dios vivo o un dios dormido?


Y esas misas de difuntos para que el alma del fallecido se salve?

¿Es bíblico el purgatorio como lugar de espera?

¿En que lugar de la Biblia indica que debemos rogar por las almas de los fallecidos?

¿Acaso el destino de cada alma no queda determinado al morir, mediante su conducta, actitud y decisión en la vida y ante Dios, o todavía queda otra oportunidad en ese lugar llamado purgatorio?


Si precisamente en el siglo 15 se produjo una división religiosa en toda Europa e iniciada en la Reforma protestante alemana, fue a causa de errores doctrinales de base, como el cobro de las indulgencias.

En años pasados la iglesia de poder incurrió en diversos errores y actitudes muy alejadas de lo que era la verdadera doctrina.

Así tenemos las cruzadas o la santa inquisición, donde se cometieron juicios, asesinatos, abusos y muchos errores graves.


Fallos en nuestras comunidades y errores de actitudes personales las hay como en todas partes, pero lo que no puedo concebir son errores doctrinales que se alejen de lo que nos indican las Sagradas Escrituras como base de nuestra fe.



Guillermo Blanco 28-8-2010